Cruzar la galería del antiguo edificio afrancesado construido en 1905 que alberga un gran patrimonio artístico no es una casualidad. Que un cartel rojo con una figura de trazos sueltos, con la frase “allá atrás” llame nuestra atención hacia la sala del fondo tampoco. Más bien diría, es causalidad pura.
Causalidad cuya consecuencia es una invitación concreta a conocer los rincones más bastos de la creatividad, de la imaginación inquieta que parece dibujar las pasiones. Ese espacio de la memoria y los anhelos, “allá atrás” en lo profundo del ser, donde las emociones buscan convertirse en realidad. Y en la obra de Mario Albarracín las pasiones y emociones permanecen fieles al arte mismo.
En sus obras, la inspiración es puesta en lo cotidiano sin transcripciones naturalistas sino como un código de sutiles signos que nacen desde un proceso exigente pero de libres modos expresivos. Todas sus inquietudes se traducen en dibujos y pinturas que se muestran como apariciones ondulantes en desdoblamientos imposibles, complementados por una absoluta coherencia cromática que establece el orden al caos de los trazos iniciales.
En un mundo mundano y mercantilizado, donde el arte parece responder cada vez más a fórmulas que han acaparado la razón de ser de la creación artística, este joven artista rescata el sentir en el arte. Un arte lleno de sutilezas y alusiones donde lo más llamativo es la presencia de una visión profundamente auténtica que pone de manifiesto los motivos de su pintura: una reflexión abstracta sobre su relación emocional con el mundo.
Su obra es el resultado de una catarsis creativa, síntesis entre sus vivencias celosamente guardadas en la memoria, los cuestionamientos existenciales producto de su posición en el mundo y los altibajos vividos en el sinuoso camino del arte. Como dijera Alain, en sus maravillosos ensayos sobre arte, “el hombre no se aproxima a lo bello en un vacío o como hastío de los sentimientos; por lo contrario, demasiado cargado de pasión, viene aquí para aprender a sentir sin morir.”
Cecilia Quinteros Macció
Curadora
Catálogo de la muestra "Allá Atrás" de Mario Albarracín-Museo Provincial de Bellas Artes "Timoteo Navarro" - Tucumán - 2009
El Arte que toca al Amor…
“Miraba a través del patio la sucia pared y se daba cuenta que no sabia si se trataba de histeria o de amor…”
Milan Kundera- “La insoportable levedad del ser”
Envuelta en una narratividad romántica quizás y de innegable factura, que homenajea por momentos el impresionismo fusionado con lo conceptual, la obra de Alejandra Frigerio nos ofrece una vuelta de tuerca de las posibilidades subjetivas de la escultura y la cerámica mezclada con diferentes técnicas, pero dejando entrever la cualidad humana en cada obra.
En este sentido la artista concibe su trabajo como la interpretación de la vida y el amor, cuyo fin no es la muestra del virtuosismo innegable en el manejo de las técnicas sino que busca el equilibrio entre lo que dice y cómo lo dice.
Indagando en las profundidades de los sentimientos y la irracionalidad de las relaciones humanas demuestra la fragilidad de la condición humana frente al amor. Nos habla de los juegos y juega con el amor, lo manipula, lo moldea, lo hace arte…expresando sus experiencias, historias y deseos como artista pero también como individuo.
Cecilia Quinteros Macció
Catálogo exposición " Entrega Final Taller" de Alejandra Frigerio - 2008 - Tucumán, Argentina
El artista que quiere pensar...
No se puede negar la influencia que el entorno ejerce en la producción de un artista, mucho menos la de las vivencias personales. En este sentido, se hace imposible no mirar la obra de Bruno Balverdi para quien la vida es objeto total de creación, en la que se balancea en un doble destino entre artista y poeta.
“In Sanitatis” habla del ser del hombre, de su fragilidad en un mundo sumergido en el absurdo total. Como algunos existencialistas, este joven artista considera al ser humano como arrojado a una existencia que le ha sido impuesta, en la que cumple un rol que va más allá de sus decisiones.
En sus pinturas y dibujos sobresale el espacio dramático teatral en el que pasamos a ser testigos. Escenarios fantásticos de los que los personajes no pueden escapar, donde desdibuja límites entre lo real y lo que creemos real. El artista toma como fuente imágenes de los grabados del Tacuinium Sanitatis e ideas de la teoría galénica, se apropia de la ingenuidad estética y la reflexión de la influencia del mundo sobre el espíritu humano, convirtiéndolas en excusa para remarcar la ironía.
Desde una poética ácida recorre un camino entre expresionista y pop, que se fusiona con un discurso ambiguo que va más allá de la imagen misma. Figuras que nacen y mueren siendo respuesta a un medio que las condiciona y las diluye, donde sus protagonistas como masas corpóreas representan al ser del hombre que se entrega a su destino.
La pureza y la magia de la línea se funden en climas nostálgicos de espacios metafísicos que transmiten cierta calma y donde la mirada angustiada del artista se posa para reflexionar. Su producción, que sintetiza una tradición figurativa con el uso de espacios abstractos, manifiesta su claro manejo de lo racional para hablar de lo emocional. Logra una inquietante sensación de ambigüedad, donde toda va y viene, una calma tensa que antecede al drama del ser.
Adentrarse en su mundo, sus historias, sus vivencias es un viaje a las preguntas más profundas para ubicarnos, finalmente, en su pensar. Indudablemente Bruno Balverdi es un artista, un pensador, un poeta…
Cecilia Quinteros Macció
Catálogo exposición " In Sanitatis" de Bruno Balverdi- 2008 - Tucumán, Argentina
“In Sanitatis” habla del ser del hombre, de su fragilidad en un mundo sumergido en el absurdo total. Como algunos existencialistas, este joven artista considera al ser humano como arrojado a una existencia que le ha sido impuesta, en la que cumple un rol que va más allá de sus decisiones.
En sus pinturas y dibujos sobresale el espacio dramático teatral en el que pasamos a ser testigos. Escenarios fantásticos de los que los personajes no pueden escapar, donde desdibuja límites entre lo real y lo que creemos real. El artista toma como fuente imágenes de los grabados del Tacuinium Sanitatis e ideas de la teoría galénica, se apropia de la ingenuidad estética y la reflexión de la influencia del mundo sobre el espíritu humano, convirtiéndolas en excusa para remarcar la ironía.
Desde una poética ácida recorre un camino entre expresionista y pop, que se fusiona con un discurso ambiguo que va más allá de la imagen misma. Figuras que nacen y mueren siendo respuesta a un medio que las condiciona y las diluye, donde sus protagonistas como masas corpóreas representan al ser del hombre que se entrega a su destino.
La pureza y la magia de la línea se funden en climas nostálgicos de espacios metafísicos que transmiten cierta calma y donde la mirada angustiada del artista se posa para reflexionar. Su producción, que sintetiza una tradición figurativa con el uso de espacios abstractos, manifiesta su claro manejo de lo racional para hablar de lo emocional. Logra una inquietante sensación de ambigüedad, donde toda va y viene, una calma tensa que antecede al drama del ser.
Adentrarse en su mundo, sus historias, sus vivencias es un viaje a las preguntas más profundas para ubicarnos, finalmente, en su pensar. Indudablemente Bruno Balverdi es un artista, un pensador, un poeta…
Cecilia Quinteros Macció
Catálogo exposición " In Sanitatis" de Bruno Balverdi- 2008 - Tucumán, Argentina
Punto de Contacto
El punto es el origen de una línea… millones de puntos trazan sus líneas construyen sus tramas se mezclan, interactúan, se transforman, se proyectan.
Esta obra gráfica llena de ilusiones ópticas, lleva a buscar, intuir formas que parecen a primera vista imágenes familiares, pero que después de una visión más detallada nos sorprenden con la imposibilidad de lo que creímos obvio. Así nos vemos forzados a mirar una y otra vez para descubrir las sorpresas que nos ocultan sus dibujos. Esta observación más minuciosa nos permite descubrir estos espacios recorribles que en algún punto convergen y se atraviesan, transformando a la multiplicidad en Unidad.
Alejandra Chacon juega con la dualidad del espacio y logra el equilibrio a través de una pugna entre diferentes zonas, que reconcilia en la asimetría de las formas. De mano del dibujo y la diversidad discursiva nos adentra en espacios ocultos que hacen del espectador un personaje activo.
El infinito frente a lo limitado, genera juegos visuales logrando que todas las tramas representadas tengan un punto de contacto.
Analía Mario - Cecilia Quinteros Macció - Florencia Tagliaferri
Catálogo exposición "Punto de Contacto"de Alejandra Chacón - 2008 - Espacio Filadelfia, Buenos Aires
Esta obra gráfica llena de ilusiones ópticas, lleva a buscar, intuir formas que parecen a primera vista imágenes familiares, pero que después de una visión más detallada nos sorprenden con la imposibilidad de lo que creímos obvio. Así nos vemos forzados a mirar una y otra vez para descubrir las sorpresas que nos ocultan sus dibujos. Esta observación más minuciosa nos permite descubrir estos espacios recorribles que en algún punto convergen y se atraviesan, transformando a la multiplicidad en Unidad.
Alejandra Chacon juega con la dualidad del espacio y logra el equilibrio a través de una pugna entre diferentes zonas, que reconcilia en la asimetría de las formas. De mano del dibujo y la diversidad discursiva nos adentra en espacios ocultos que hacen del espectador un personaje activo.
El infinito frente a lo limitado, genera juegos visuales logrando que todas las tramas representadas tengan un punto de contacto.
Analía Mario - Cecilia Quinteros Macció - Florencia Tagliaferri
Catálogo exposición "Punto de Contacto"de Alejandra Chacón - 2008 - Espacio Filadelfia, Buenos Aires
Diálogos con Leonardo
Charlas ficticias, diálogos imaginarios, preguntas vagas sin respuesta, preceptos del maestro. LeeSunDraw Aguilera, a través de sus obras, se pregunta, investiga, indaga sobre el arte, tal vez sin desear encontrar una respuesta, sino más bien generarnos una reflexión, presentando distintas claves como piezas de un rompecabezas para que el espectador las arme intuitivamente.
Sus partes, sus retazos, lo ausente en sus obras, nos hablan de un todo, nos hace jugar de manera inconsciente con la parte del todo que falta, a través de los retazos llegamos a la forma total. Lo que para Leonardo eran estudios, Aguilera lo transforma en obra, toma el valor de cada parte en si misma y a cada una de ellas le da el carácter de obra final. Cada parte habla por si sola, sin necesidad de formar parte de un todo. Manos y pies anónimos, de uno, de otro, de todos, de cualquiera de nosotros.
El trazo no es libre, la línea es razonada, así logra el volumen que nos hace sentir que esa parte del cuerpo se sale del papel, que tiene vida propia. En sus obras aplica una técnica en desuso como es el plumín, para crear imágenes contemporáneas logrando así un diálogo de imágenes en donde conviven lo clásico con lo moderno.
Dolores Sánchez Acosta - Florencia Tagliaferri
Catálogo exposición "Diálogos con Leonardo" de LeeSunDraw Aguilera - 2008 - Espacio Filadelfia, Buenos Aires
Sus partes, sus retazos, lo ausente en sus obras, nos hablan de un todo, nos hace jugar de manera inconsciente con la parte del todo que falta, a través de los retazos llegamos a la forma total. Lo que para Leonardo eran estudios, Aguilera lo transforma en obra, toma el valor de cada parte en si misma y a cada una de ellas le da el carácter de obra final. Cada parte habla por si sola, sin necesidad de formar parte de un todo. Manos y pies anónimos, de uno, de otro, de todos, de cualquiera de nosotros.
El trazo no es libre, la línea es razonada, así logra el volumen que nos hace sentir que esa parte del cuerpo se sale del papel, que tiene vida propia. En sus obras aplica una técnica en desuso como es el plumín, para crear imágenes contemporáneas logrando así un diálogo de imágenes en donde conviven lo clásico con lo moderno.
Dolores Sánchez Acosta - Florencia Tagliaferri
Catálogo exposición "Diálogos con Leonardo" de LeeSunDraw Aguilera - 2008 - Espacio Filadelfia, Buenos Aires
Punto de Encuentro
El punto es el inicio de todo... de las líneas que son sucesiones de puntos agrupados, las que a su vez son la base del dibujo, de la representación, del arte mismo.
Y así sucede en esta muestra, jóvenes artistas que, agrupados, deciden partir de un punto... el "punto de encuentro" donde el arte decide reflexionar sobre sí mismo desde la producción artística actual. Este proyecto iniciado a fines del año 2007 continúa, en esta oportunidad, tratando de crear un espacio alternativo no sólo de reflexión, sino también de difusión fuera del ámbito institucional, buscando generar una relación estrecha entre la obra y el espectador. Un espacio de convivencia entre arte, arquitectura y espectador, en un contexto de interrelaciones socioculturales, donde la obra dejará ese lugar lejano y sagrado para formar parte de la cotidianeidad de quienes lo consumen, abriendo infinidad de posibilidades de interpretación de la obra que constantemente será resignificada.
La variedad de expresiones dan cuenta de las nuevas miradas que nacieron en los últimos tiempos en el arte tucumano, un modo de producción artístico que se renueva constantemente tanto en sus discursos como en sus disciplinas. Es esta, una muestra que invita a ser recorrida, disfrutada y ante todo, vivida... un "punto de encuentro" para el goce del arte sin restricciones.
Cecilia Quinteros Macció
Catálogo exposición "Punto de Encuentro 2" - 2008- Casa Managua, Tucumán
Y así sucede en esta muestra, jóvenes artistas que, agrupados, deciden partir de un punto... el "punto de encuentro" donde el arte decide reflexionar sobre sí mismo desde la producción artística actual. Este proyecto iniciado a fines del año 2007 continúa, en esta oportunidad, tratando de crear un espacio alternativo no sólo de reflexión, sino también de difusión fuera del ámbito institucional, buscando generar una relación estrecha entre la obra y el espectador. Un espacio de convivencia entre arte, arquitectura y espectador, en un contexto de interrelaciones socioculturales, donde la obra dejará ese lugar lejano y sagrado para formar parte de la cotidianeidad de quienes lo consumen, abriendo infinidad de posibilidades de interpretación de la obra que constantemente será resignificada.
La variedad de expresiones dan cuenta de las nuevas miradas que nacieron en los últimos tiempos en el arte tucumano, un modo de producción artístico que se renueva constantemente tanto en sus discursos como en sus disciplinas. Es esta, una muestra que invita a ser recorrida, disfrutada y ante todo, vivida... un "punto de encuentro" para el goce del arte sin restricciones.
Cecilia Quinteros Macció
Catálogo exposición "Punto de Encuentro 2" - 2008- Casa Managua, Tucumán
Paisaje Urbano
Ignacio Sosa nos invita a través de sus pinturas y dibujos a redescubrir una Buenos Aires distinta, una ciudad que la prisa cotidiana nos impide apreciar de manera auténtica. Sus obras son un pasaje abierto a una Buenos Aires con identidad propia, pero que a su vez nos devuelve las distintas miradas que pueden hacerse de ella.
Sus óleos nos convocan y animan a emprender un viaje por los lugares característicos de Buenos Aires, como La Boca, Constitución, Puerto Madero, convirtiendo a la luz natural como el eje central de sus cuadros. Buenos Aires con sus calles angostas, sus pasajes, sus luces y sus sombras, siempre despojadas de la prisa de quienes la transitan e invaden diariamente.
De este modo el artista impregna de calma al paisaje urbano invitándonos a detener la marcha y reparar en esta ciudad que deja de lado el frenesí cotidiano y se convierte en un remanso citadino. La síntesis que imprime en sus pinceladas no deja lugar a dudas del rincón de Buenos Aires que estamos contemplando en cada cuadro. En sus pasteles utiliza una paleta baja a fin de crear un ambiente intimista que nos hace sentir parte de la obra, transformándonos en coprotagonistas de lo que está sucediendo, ya sea dentro de un vagón de un subte, o en una parada de colectivo. Imágenes diarias que nos hacen sentir parte de cada situación reflejada. Las obras adquieren un ritmo propio no sólo por la utilización de los contrastes de luz sino también por la cotidianeidad de sus imágenes.El artista nos invita con sus obras a reflexionar y transitar por una ciudad donde hay que detenerse para llegar.
Dolores Sánchez Acosta y Florencia Tagliaferri
Catálogo exposición "Paisaje Urbano" de Ignacio Sosa - 2007 - Espacio Filadelfia, Buenos Aires
Sus óleos nos convocan y animan a emprender un viaje por los lugares característicos de Buenos Aires, como La Boca, Constitución, Puerto Madero, convirtiendo a la luz natural como el eje central de sus cuadros. Buenos Aires con sus calles angostas, sus pasajes, sus luces y sus sombras, siempre despojadas de la prisa de quienes la transitan e invaden diariamente.
De este modo el artista impregna de calma al paisaje urbano invitándonos a detener la marcha y reparar en esta ciudad que deja de lado el frenesí cotidiano y se convierte en un remanso citadino. La síntesis que imprime en sus pinceladas no deja lugar a dudas del rincón de Buenos Aires que estamos contemplando en cada cuadro. En sus pasteles utiliza una paleta baja a fin de crear un ambiente intimista que nos hace sentir parte de la obra, transformándonos en coprotagonistas de lo que está sucediendo, ya sea dentro de un vagón de un subte, o en una parada de colectivo. Imágenes diarias que nos hacen sentir parte de cada situación reflejada. Las obras adquieren un ritmo propio no sólo por la utilización de los contrastes de luz sino también por la cotidianeidad de sus imágenes.El artista nos invita con sus obras a reflexionar y transitar por una ciudad donde hay que detenerse para llegar.
Dolores Sánchez Acosta y Florencia Tagliaferri
Catálogo exposición "Paisaje Urbano" de Ignacio Sosa - 2007 - Espacio Filadelfia, Buenos Aires
Gabriel R. Toscano y su fragilidad escencial
Tucumán es una provincia ubicada el Norte de la República Argentina, a unos 1200 km de Buenos Aires, la capital del país. Llamado también, el Jardín de la República vió nacer a nuestro país en su Independencia, y es también la cuna de la Caña de Azúcar que fue alimento de miles de tucumanos, así como alimentó el imaginario de artistas que, al igual que el joven Gabriel R. Toscano, hallaron en la realidad norteña un lenguaje propio.
Su obra más reciente nos habla de la vida y de la muerte quizás, de los rituales y los carnavales, de los paisajes y los personajes del Norte Argentino, como un lugar de resistencia de las costumbres del pasado. Podría decirse que este hijo del expresionismo partió en medio de los cañaverales tucumanos y nos mostró la realidad a modo de parodia del abuso del medio ambiente, encontró luego en la alegría de la fiesta y el trance de los festejantes de los Carnavales el cierre de su recorrido, pasando por la soledad del paisaje norteño con su mística esencial y sus colores que nos remiten constantemente a la “Pacha”, Madre Tierra.
Con una visión que roza la ilustración, el expresionismo abstracto y aún más, la caricatura… este artista de la intensidad lleva a su obra lo profundamente personal fusionado con lo social, en una unión casi mística por la añoranza de un pasado tal vez ilusorio pero del cual siente que forma parte. Su compromiso es inevitable y se nutre de relatos tomados de su realidad, en un intento casi desesperado de encontrar un sentido trascendental a todo.
Como dijera Antonin Artaud, en su libro “El ombligo de los limbos. El pesa-nervios”. Este artista es fragilidad que busca resistir ante el Universo… “ una sensación de quemazón ácida en los miembros, músculos retorcidos y como al rojo vivo, el sentimiento de estar en vidrio y frágil, un temor, una retracción ante el movimiento y el ruido. Una confusión inconciente de la marcha, de los gestos, de los movimientos. Una voluntad perpetuamente tensa para los gestos más sencillos…”
Cecilia Quinteros Macció
Catálogo Muestra Individual - 2007 - Centro Cultural Tesauro. Madrid, España.
Su obra más reciente nos habla de la vida y de la muerte quizás, de los rituales y los carnavales, de los paisajes y los personajes del Norte Argentino, como un lugar de resistencia de las costumbres del pasado. Podría decirse que este hijo del expresionismo partió en medio de los cañaverales tucumanos y nos mostró la realidad a modo de parodia del abuso del medio ambiente, encontró luego en la alegría de la fiesta y el trance de los festejantes de los Carnavales el cierre de su recorrido, pasando por la soledad del paisaje norteño con su mística esencial y sus colores que nos remiten constantemente a la “Pacha”, Madre Tierra.
Con una visión que roza la ilustración, el expresionismo abstracto y aún más, la caricatura… este artista de la intensidad lleva a su obra lo profundamente personal fusionado con lo social, en una unión casi mística por la añoranza de un pasado tal vez ilusorio pero del cual siente que forma parte. Su compromiso es inevitable y se nutre de relatos tomados de su realidad, en un intento casi desesperado de encontrar un sentido trascendental a todo.
Como dijera Antonin Artaud, en su libro “El ombligo de los limbos. El pesa-nervios”. Este artista es fragilidad que busca resistir ante el Universo… “ una sensación de quemazón ácida en los miembros, músculos retorcidos y como al rojo vivo, el sentimiento de estar en vidrio y frágil, un temor, una retracción ante el movimiento y el ruido. Una confusión inconciente de la marcha, de los gestos, de los movimientos. Una voluntad perpetuamente tensa para los gestos más sencillos…”
Cecilia Quinteros Macció
Catálogo Muestra Individual - 2007 - Centro Cultural Tesauro. Madrid, España.
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